ROGER FIGUERAS XUFRÉ

Diseñador

Un paseo por la montaña, un gesto de su hijo, una emoción… En las emociones irradia la chispa, pero es durante las horas de dedicación cuando se genera el proceso. No existe la inspiración sin esfuerzo, ni proyecto sin oficio.

Roger Figueras i Xufré
diseñador de Arior en su taller de Barcelona.

En ARIOR, el diseñador es Roger Figueras i Xufré. Persona versátil y apasionada que disfruta de su trabajo y, por extensión, de su vida. Su formación abarca campos tan dispares como la enseñanza, la danza, el yoga, el básquet, el grabado, la pintura, el modelado en cera y en 3D.

Es un gran admirador de la Naturaleza, de su belleza imperfecta y de su sencillo esplendor. Deja que todo fluya, como lo haría en la danza, intentando mantener la concentración que le permite alcanzar aquel estado que lo transporta a la quietud mental que resulta imprescindible en el proceso creativo, el propio hecho de diseñar.

Este concepto lo tiene integrado en su día a día. Un paseo por la montaña, un gesto de su hijo, una emoción… En las emociones irradia la chispa, pero es durante las horas de dedicación cuando se genera el proceso. No existe la inspiración sin esfuerzo, ni proyecto sin oficio.

Para diseñar una joya no es suficiente un trazo acertado, es necesario un dominio de la técnica que asegure la viabilidad del proyecto y el valor de arriesgarse al acierto o desacierto del resultado final.

El logro de este objetivo es ambicioso. Cada una de las piezas está destinada a ser una joya por si misma. Una representación artística con un valor intrínseco en ella. Es una catalogación que mantiene al margen la condición de los materiales o el posible uso de piedras preciosas, perlas o brillantes. Sencillamente la pieza, despojada de ornamentos, o no, es creada para convertirse en una obra de arte.

Evidentemente no es solo el Roger el único responsable de todo el proceso creativo. En el recae la responsabilidad del diseño inicial, pero tras él hay todo un equipo que trabaja, conjuntamente con el, en cada proyecto. El ha aportado un ola fresca y un sistema de trabajo participativo, con una fuerte implicación de este grupo de trabajo que, con los años, ha ido cambiando hasta convertirse en el equipo actual, alcanzando la clave del éxito. Esta colaboración fluye con una armonía natural gracias a la cohesión que ha conseguido el grupo a lo largo de los años. Han aprendido a hacer piña cuando las circunstancias lo requieren y han sabido encontrar el espacio para que cada uno pueda desarrollar su proyecto personal dentro de la empresa. Aprovechando las fortalezas individuales para reforzar este ambicioso proyecto común. Aplicando los valores de compañía propios del deporte en equipo.

Sobre esta sólida base se seguirá construyendo la marca Arior igual como lo ha hecho hasta ahora; investigando y experimentando con materiales y texturas diversas, jugando con colores y formas y disfrutando del proceso creativo que culminará en la producción de unas joyas dotadas de extrema belleza y gran calidad.

Cada joya ARIOR tiene una identidad propia y reconocible. Una personalidad única fruto de la confluencia de la innovación permanente con la tradición de un arte milenario.